Una cadena de errores hizo explotar la mina de Cerredo: «El grisú pudo acumularse el fin de semana»
La reconversión del sector había mantenido alejada a la muerte de los valles mineros, pero la tragedia volvió ayer a una explotación que se quería reabrir
Cinco muertos y cuatro heridos en la mina de Cerredo, en Asturias, por una «explosión de grisú»

El minero no sabe nunca si va a volver a casa. Y ayer, Amadeo, Iván, Rubén, Jorge y David no volvieron. Una posible explosión de grisú en la tercera planta de la mina de Cerredo, situada en el municipio asturiano de Degaña, acabó ... con sus vidas. Cuatro de ellos murieron en el acto, el quinto en el viaje en helicóptero que lo llevaba hasta el hospital de Oviedo. Además, otros cuatro trabajadores resultaron heridos graves, mientras que dos resultaron ilesos en el accidente.
En los últimos años, la reconversión del sector y el cierre de minas habían mantenido alejada a la muerte de los valles mineros, pero la tragedia volvió ayer a una explotación en la que se estaban realizando diferentes pruebas con la intención de reabrirla. «Se trata de una mina muy moderna, no es del tipo tradicional con un pozo, sino una rampa amplia que permite el paso de camiones, con una pendiente del 6%», explica a ABC José Antonio Sáenz de Santa María, geólogo y responsable de geología de Hunosa durante más de 20 años.
A falta de una investigación más completa, todos los indicios apuntan a que el accidente pudo estar causado por una explosión de grisú. «El gas no se encuentra en bolsas, sino dentro del carbón, que en contacto con la atmósfera comienza a desorber (liberar) el grisú. Dado que el accidente se ha producido a primera hora del lunes, cuando comenzaban los trabajos, es muy posible que durante el fin de semana, en el que no hubo ventilación, se hubiera acumulado en la clave de los túneles», explica como posible hipótesis a ABC Saénz de Santa María, que también fue presidente del Colegio de Geólogos de Asturias. Una hipótesis que nos corrobora Alfredo, minero jubilado, que espera las últimas noticias en la puerta del ayuntamiento de Villablino (León), de donde son cuatro de los cinco fallecidos.
«El grisú no es explosivo salvo en concentraciones entre el 5 y el 14%»
«En todo caso, una explosión de este tipo, que no suele ser habitual, no se debe sólo a un motivo, sino que es la concatenación de circunstancias que nunca debieron producirse, y que con que sólo una de ellas no se diera nunca habría ocurrido un accidente así», explica el geólogo. «Hay que tener en cuenta que el grisú no es explosivo salvo en concentraciones entre el 5 y el 14%; por encima de ello, no hubiera ocurrido este accidente», añade como ejemplo.
Los servicios de emergencia recibieron un primer aviso a las 9:30, cuando fueron alertados de una incidencia en la mina de carbón, propiedad en la actualidad de la empresa española Blue Solving, que también opera en la mina Tormaleo, en Ibias. Aun así, la primera asistencia la realizaron los compañeros de los mineros afectados. «Uno de los heridos salió por su propio pie, y aunque estaba un poco aturdido, incluso quería conducir el coche para llevar a sus compañeros hasta el centro de salud de Villablino», nos explica uno de los vecinos en la puerta del ayuntamiento de la localidad leonesa.
Fue hasta esta localidad, la más cercana a la explotación y de la que son vecinos la mayoría de los afectados, a dónde se trasladaron los dos heridos de menor gravedad en coches particulares. Ya desde allí, fueron evacuados a los centros hospitalarios de referencia, uno en el helicóptero sanitario y el otro en una ambulancia de soporte vital básico. El tercer herido fue trasladado en ambulancia al hospital de Cangas del Narcea por un traumatismo craneoencefálico, y el cuarto, que permaneció atrapado durante horas, fue trasladado al HUCA de Oviedo tras ser rescatado cerca del mediodía.
Gases de la 'pipada' letales
Los cinco fallecidos fueron trasladados a Oviedo, donde se les realizará la autopsia, que será clave para conocer si murieron a causa de la explosión o a consecuencia de los gases de la 'pipada', en su mayoría CO (monóxido de carbono), que es letal. Según ha podido confirmar ABC, una vez realizada la autopsia, los fallecidos serán trasladados al polideportivo de Villablino a lo largo de esta mañana, donde se instalará la capilla ardiente.
La mina de Cerredo, donde ha tenido lugar el accidente, es una importante explotación para la extracción de carbón que fue cerrada en 2018 tras las restricciones de la Unión Europea, como ha explicado a ABC Jorge Fernández, jefe de la unidad territorial del IGME en Asturias. Sin embargo, ha seguido activa de forma intermitente en mano de empresas privadas para la extracción de antracita destinada a la siderurgia y con posibilidades para el uso del grafito, ya que sigue manteniendo «importantes reservas de carbón», según el geólogo.
Tras otras explotaciones en etapas anteriores, en las que se conseguía «un carbón de alta calidad», según los vecinos de la zona, el objetivo de los nuevos propietarios de la mina de Cerredo está ahora centrado en el grafito, que se obtiene en pequeñas capas de la antracita (el carbón más evolucionado, con una concentración de un 95% de carbono). El actual avance tecnológico ha convertido el grafito en uno de los minerales más preciados, no sólo para la producción de grafeno, sino para el desarrollo de diversas piezas de ingeniería, como pistones y rodamientos. Además, gracias a su conductividad eléctrica y resistencia química, se usa para fabricar electrodos. Ante su escasez, China ha suspendido todas las exportaciones y ha reservado toda su producción para consumo propio. En la mina de Cerredo se puede obtener grafito de forma directa.
Los fallecidos, originarios de comarcas mineras
Los fallecidos, de entre 32 y 54 años, son Jorge Carro, Rubén Robla, Amadeo Bernabé, David Álvarez y un quinto hombre que respondía al nombre de Iván, pero a cuyo apellido no ha tenido acceso este diario.
Los tres primeros y el último eran originarios de Orallo, Sosas de Laciana y Villaseca de Laciana, pertenecientes al municipio de Villablino. Jorge Carro acababa de ser padre y deja un bebé. David Álvarez, de 33 años, hijo de minero y cuyo padre intentó disuadirlo de la profesión que ambos ejercían, provenía de Torre del Bierzo.
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