Contundente Rafa Latorre.
El director de ‘La Brújula‘ (Onda Cero) le metió un colosal repaso al Gobierno Sánchez por bajarse literalmente los pantalones con el régimen chavista de Nicolás Maduro en el tema de Edmundo González.
El comunicador negó que la operación para traer a España al ganador de las elecciones en Venezuela pudiera ser calificada de heroica:
El Gobierno quiso que los españoles creyeran que la operación para traer a Edmundo González había sido una heroicidad y fue todo lo contrario. Todo el material que ha dado a conocer la dictadura venezolana permite afirmar, sin ningún rastro de duda, que fue el régimen de Maduro quien dirigió la operación y que no autorizó la salida hasta que el ganador de las elecciones en Venezuela firmó unas capitulaciones por las que asumía el fraude. Mediante la claudicación, Edmundo González salvaba su vida y Nicolás Maduro se cobraba una victoria aún mayor de lo que en principio parecía.
No sólo ponía un océano de por medio con el ganador de las elecciones, sino que se hacía con un documento por el que éste le concedía la Presidencia a él, que había perdido las elecciones. En estas condiciones es ridículo siquiera pensar en que Edmundo González pueda jurar como presidente en enero. Ni en enero. Ni nunca. Nicolás Maduro perdió las elecciones, pero ha puesto en fuga al ganador. Y en esta operación, el único papel que España puede reivindicar es el de facilitador.
Para Rafa Latorre el problema es la humillación a la que la dictadura de Maduro sometió a España:
El problema de la diplomacia española ya no es por qué no se atreve a referirse a Venezuela como una dictadura. ¿Por qué la coacción a Edmundo González se produjo en la residencia del embajador de España en Caracas. ¿Y por qué el embajador estaba presente en el momento de la firma de las capitulaciones?
La versión ofrecida por el Gobierno español de la odisea de Edmundo González, más cercana al cantar de gesta que a la crónica de una claudicación, ha quedado completamente desmentida por el material probatorio aportado por el régimen de Nicolás Maduro. Quien con los Rodríguez se acuesta, grabado se levanta. Y francamente, nada hay más humillante que sea una dictadura la que deje por mentiroso al gobierno de una democracia. Y eso es lo que ha ocurrido en este caso.
Tampoco tragó con el relato que se intentó imponer por parte del Gobierno Sánchez:
Claro, la carga de la prueba, evidentemente, está en la dictadura. Todo el mundo prefiere creer antes al gobierno de una democracia que al régimen dictatorial de Venezuela. Pero ya ven ustedes. Delcy y Jorge Rodríguez, dos perfectos exponentes del crimen político, dos sacamantecas del chavismo, acudieron en persona para coaccionar a Edmundo González. Y para conducir al exilio forzoso al ganador de las elecciones. Acudieron en persona a la embajada española que es suelo español. Esta es la historia. Bastante alejada de la leyenda que se pretendió imponer en España.
Latorre aseveró que no hubo negociación posible porque en ningún momento se estuvo de igual a igual con el régimen de Maduro:
Lo que no sabíamos era lo lejos que había llegado la negociación. Y aquí es donde podemos poner en cuestión este problemático término. Una negociación, las dos partes están más o menos en pie de igualdad. Es que lo único que puede reivindicar para sí en esa negociación o reclamar Edmundo González es su vida. Y la dictadura de Maduro pone el resto de las condiciones. Eso no es una negociación. Eso es una coacción. Y la coacción se produjo en suelo español. España prestó su embajada para que se hiciera la transacción innoble por la que Edmundo concedía las elecciones a cambio de preservar su vida. Y si bien el embajador no estuvo, si creemos a Albares, ni en la redacción del documento ni en la negociación de los detalles, sí estaba presente en el momento de la firma de las capitulaciones.
Y una vez constatado esto, hay una incómoda pregunta que queda en el aire. ¿Por qué la coacción no se produjo en la embajada de Países Bajos? Allí era donde estaba refugiado Edmundo González. ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que trasladarse a España? ¿Para encontrarse allí con Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez? No vaya a ser que descubramos que los Países Bajos tienen más dignidad que España ante la dictadura de Venezuela. O quizás la respuesta sea Zapatero. Porque la complicidad con el régimen hace que España sea un interlocutor de confianza para la dictadura de Maduro.