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Del 'youtuber' José Elías a los Ybarra: los ultrarricos tras la empresa señalada por frenar terapias caras contra el cáncer

El presidente y propietario de Audax Renovables, José Elías. EFE/Alejandro García.

Antonio M. Vélez

19 de marzo de 2025 22:17 h

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Cinco multimillonarios que están entre las 150 mayores fortunas españolas controlan más del 46% de las acciones Atrys Health, empresa cotizada señalada por presionar a los oncólogos que trabajan con las aseguradoras para que no prescriban terapias caras contra el cáncer que son de uso común en la sanidad pública.

Entre esas grandes fortunas está una de las mayores accionistas del grupo dueño del diario ABC, medio que ha destapado estas prácticas y ha tenido acceso a decenas de informes aportados por oncólogos. En ellos Atrys, a través de su filial Bienzobas, presiona a los profesionales para que no prescriban esos tratamientos con argumentos como que se requiere una autorización europea, el coste-beneficio o la financiación del Sistema Nacional de Salud. 

Atrys Health interviene en cerca de cuatro millones de pólizas de salud, incluyendo las de los funcionarios que optan por la sanidad privada a través de Muface, Isfas o Mugeju. El mayor accionista de esta cotizada (24,74%) es un empresario muy conocido, omnipresente en canales como Youtube: el catalán José Elías, conocido por ir al límite y repartir eslóganes para emprendedores, vender almuerzos a 3.000 euros o presumir de su éxito en redes y televisión.

El último ranking de ricos de El Mundo coloca a Elías en el puesto 143 de mayores fortunas españolas, con un patrimonio estimado en algo más de 550 millones. Dueño de Audax Renovables (que no ha dudado en engañar a clientes para conseguir contratos de luz) o la empresa de congelados La Sirena, desde el año pasado es vicepresidente de OHLA tras convertirse en segundo accionista de la constructora (10%). En Atrys Health, de la que es consejero, participa desde que en 2021 esta compañía de tecnologías de la salud compró la firma de prevención de riesgos laborales ASPY, que él adquirió en 2016.

El multimillonario se ha hecho muy popular en los últimos años en redes con un estilo en las antípodas del elitismo de Neguri, el barrio de Getxo (Bizkaia) del que proceden varias adineradas familias vascas con las que coincide en Atrys Health. Entre ellas destaca Carmen Ybarra Careaga, dueña de un 6,64% de Atrys y en el puesto 90 de ese ranking de El Mundo, con un patrimonio estimado en 760 millones y participaciones en numerosas cotizadas a través de su holding Onchena. 

Ybarra es, por ejemplo, dueña del 9,87% de Vocento, propietario de ABC, el medio que ha destapado estas prácticas de Atrys Health. El periódico ha abierto con este asunto las portadas de su edición impresa del lunes y el martes pasado.

Tras Ybarra Careaga figura con un 6,39% de Atrys otra discreta y multimillonaria familia, también habitual inversor en la bolsa española: los Domínguez de Gor, dueños de Mayoral y en el puesto 48 del ranking de ricos españoles, con una fortuna estimada en 1.350 millones. 

Considerados la familia más rica de Andalucía, además de su grupo textil los Domínguez tienen una amplia cartera de empresas participadas que incluye una compañía del Ibex, Unicaja (5%), perteneciente a uno de los sectores que más se ha revalorizado en Bolsa en lo que va de 2025. Unicaja es dueña del 10% de otro de los principales socios de Atrys, Caser. La antigua aseguradora de las cajas de ahorros, perteneciente al grupo suizo Helvetia, es dueña de un 4,96% de Atrys.

Otro 5,43% tiene Jon Riberas, que junto a su hermano Francisco está considerado la octava fortuna de España, con un patrimonio de 5.805 millones a través de empresas como el fabricante de componentes de automoción Gestamp, la acerera Gonvarri, CIE Automotive, GAM y alguna que otra inmobiliaria cotizada (socimi). 

Jon Riberas, el más discreto de los dos hermanos, afloró en abril de 2021, cuando esta información todavía era pública (dejó de serlo por una sentencia judicial) el 29% de una sicav en Luxemburgo que cerró ese ejercicio con 23,5 millones en activos.

Otro socio destacado de Atrys Health es Josep Maria Echarri, cerebro de la firma Inveready y dueño a título personal de un 5,14% de la empresa, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Inveready controla además cerca de un 4% adicional y es accionista de Atrys desde que cotizaba en el segmento de pymes de Bolsas y Mercados Españoles (BME), al igual que Ybarra Careaga, a la que Echarri acompañó en la exitosa venta de Mas Móvil, con la que Onchena se embolsó 220 millones en plusvalías en 2020. Ambos participaron también más recientemente y en compañía de, entre otros, los dueños de Mayoral, en la compra de una participación de Avatel, operadora de telecomunicaciones muy vinculada a Andorra que ha recibido multimillonarias ayudas públicas.

Consejero “independiente” de Audax, la firma de renovables de José Elías, Echarri es también otro de los inversores que desembarcó el año pasado en la antigua OHL para rescatarla de la quiebra. Está entre los ricos españoles que se han lanzado en los últimos años a crear sociedades de inversión libre (SIL), las herederas de las antiguas sicav, con las que consiguen pagar un 1% de impuestos, aunque por ahora no figura en los habituales rankings de mayores fortunas del país.

Sí lo está José María Galíndez, dueño de otro 3,13% de Atrys Health. El fundador de Solarpack, de la que vendió el 51% en 2021 al fondo EQT por 407 millones, en una operación que también proporcionó plusvalías millonarias a los Ybarra Careaga, está en el puesto 135 del ranking de personas más ricas de España.

Galíndez presidió hasta septiembre de 2023 el Círculo de Empresarios Vascos. Es otro exponente de la aristocracia empresarial del barrio de Neguri, tan lejana a la Badalona de José Elías. Su padre, Ángel Galíndez Celayeta, fallecido en 2003, fue uno de los ingenieros que construyó las grandes presas hidroeléctricas de la dictadura franquista y presidió el Banco de Vizcaya entre 1975 y 1987.

“Healtech global”

Atrys Health saltó en 2022 del mercado de pymes de BME al Mercado Continuo, tras multiplicar en siete años casi por cuarenta su capitalización bursátil: de 16 a 600 millones, frente a los menos de 250 millones actuales. En 2020 fue noticia por avisar de la posibilidad de “nuevas cuarentenas duras” tras la gran reclusión por el coronavirus.

Fundada en 2007, Atrys fue incluida por Financial Times en la edición de 2019 de su tradicional ranking con las 1.000 empresas europeas con mayor crecimiento. Se presenta como “compañía healthtech global que presta servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento médico de precisión, líder en telemedicina y tratamiento oncológico”.

La empresa prevé presentar sus resultados anuales el próximo 28 de marzo. En los primeros nueve meses de 2024, facturó 155,6 millones, un 5,8% más, gracias al “crecimiento generalizado de todas las líneas de negocio de la compañía, con especial énfasis en el área de Oncología”, con un beneficio bruto operativo (Ebitda) “ajustado” de 26,2 millones, un 33,1% más.

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ya está analizando estas prácticas de Atrys y ha corroborado que no todos los fármacos se autorizan, en contra de lo afirmado por esta empresa. Mientras el Ministerio de Sanidad ha lamentado “cómo la intromisión de un ente con ánimo de lucro termina perjudicando a personas concretas”, el presidente del principal lobby de la sanidad privada, Juan Abarca, ha hablado de informaciones para “hacer daño” a este sector, que considera infundadas.

Estas noticias han tenido un impacto muy relativo en bolsa. El pasado martes, las acciones de Atrys Health subieron un 8,16% tras defender la compañía que la decisión final de la prescripción de fármacos para el cáncer es “siempre” del facultativo, “con independencia de cuál sea la recomendación emitida”. Atrys, que a través de Bienzobas cuenta una “sólida experiencia” de más de 20 años en asesoramiento oncológico, tiene un área de intermediación que ofrece a las aseguradoras sanitarias administrar su oncología con técnicas de gestión para rebajar sus costes. 

Los documentos a los que tuvo acceso ABC recogen reacciones de los asesores oncológicos de Atrys en los que no se autoriza en un primer momento los tratamientos propuestos de mayor precio. Algunos de estos fármacos son avastin, panitumumab, cetuximab, ramucirumab y pertuzumab.

La empresa aseguró el lunes que no obtiene beneficio adicional en función del tipo de recomendación que emita, por lo que su asesoramiento “no está sujeto a ningún tipo de condicionamiento”. “En sus informes de recomendación, basados en parámetros estrictamente profesionales y medibles, se asesora sobre si el tratamiento está indicado o no para el paciente”, añadió.

Bienzobas afirma que sus consejos se basan en el principio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aboga por el uso racional del medicamento, siguiendo las “guías clínicas internacionales, agencias de evaluación del medicamento nacionales e internacionales, y los informes de posicionamiento terapéutico del Ministerio de Sanidad”.

Resalta que su labor conlleva el análisis de las circunstancias clínicas de cada paciente y, “cuando sea necesario, la solicitud adicional de información específica que sustente la idoneidad del tratamiento conforme a las guías clínicas y organismos reguladores”. Asegura que el proceso “no tiene ningún impacto en los plazos de tratamiento del paciente”.

“El médico tiene en todos los casos, libertad de prescripción sobre la recomendación final del tratamiento. Bienzobas en ningún caso limita la libertad de prescripción del facultativo”, detalla.

Respecto a los pacientes de los colectivos de Muface, Mugeju e Isfas, con cobertura de compañía aseguradora privada, “tienen el mismo acceso a los tratamientos que los pacientes de esos colectivos atendidos en la sanidad pública española, sin excepción alguna”.

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